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La
Trampa. ¿Qué sucedió con nuestro sueño de libertad?
Capítulo 1 - ¡Que te den, compañero!
"La Trampa. ¿Qué sucedió con nuestro sueño de libertad" es otra extraordinaria e imprescindible serie de Adam Curtis de
la BBC, autor de "El siglo del individualismo" y "El poder de las pesadillas". Esta vez repasaremos la
historia del último siglo hasta la actualidad desde el punto de vista de la
lucha por la libertad.
El mundo de hoy es la herencia que nos ha dejado el paranoico período en el que se sumió la humanidad durante la Guerra Fría.
El mundo de hoy es la herencia que nos ha dejado el paranoico período en el que se sumió la humanidad durante la Guerra Fría.
Tras acabar la Segunda Guerra Mundial los EE.UU celebraban
la victoria y se esperaba el comienzo de una nueva era de prosperidad y
libertad, tanto por el fin del Imperio Nazi como por la salida de la grave
depresión de los años 30. Para evitar una nueva situación de crisis económica
como aquella y proteger a la sociedad del capitalismo salvaje, ahora se
empezaba a expandir la idea de que era el gobierno y no
reducidas sociedades oligárquicas quién debía tomar las riendas de la
economía y la política.
Algunos economistas como el
aristócrata austriaco Friedrich von Hayek estaban totalmente en
contra de esta idea. Von Hayek decía que nos conducirían a la tiranía y al fin
de la libertad como pasó en la Unión Soviética. Él creía que se debía
establecer un sistema auto-dirigido y automático de mercado-libre donde la
gente se moviera únicamente por sus propios intereses y donde el gobierno no
cumpliera ninguna función. Pensaba que si todo el mundo fuera egoísta la
sociedad progresaría más y sería mucho más libre. En un principio sus ideas
fueron totalmente rechazadas, pero al poco tiempo la ciencia les otorgaría más
credibilidad.
Para hacer frente a los soviéticos durante la Guerra Fría,
los EE.UU desarrollaron un enorme sistema de vigilancia con radares y
computadoras con el fin de anticiparse a los movimientos de sus enemigos. Para
utilizar correctamente la información recolectada por el sistema de vigilancia
se volcaron en la Teoría de Juegos. Esta teoría matemática había sido creada
inicialmente para analizar juegos de póquer. Enfocaba el juego como un sistema
donde los jugadores estaban encerrados juntos, cada uno pensando lo que el otro
pensaba hacer. Servía para determinar de forma racional cuáles eran las mejores
jugadas para cada individuo. A partir de esta teoría se intentaron crear
modelos matemáticos en el centro militar de inteligencia RAND Corporation para
predecir los movimientos de la URSS en respuesta a los suyos. De esta manera,
en base a la Teoría de Juegos, tuvo lugar la era nuclear, donde los EE.UU
llevarían a cabo constantemente estrategias para convencer a los soviéticos de
que si atacaban, siempre tendrían los misiles suficientes para destruirlos por
completo. Así se consiguió que los soviéticos no atacaran y se estableció un
equilibrio que se denominó "el delicado equilibrio del terror". Por
lo tanto, contrariamente a lo que podríamos pensar, es precisamente gracias a
la gran escalada armamentística que hubo que no tuvo lugar la guerra nuclear.
La Teoría de Juegos, que veía a los humanos como seres puramente egoístas y
desconfiados, resultó ser muy útil y finalmente dio la victoria a los EE.UU.
El matemático John Forbes Nash (el de la película "Una mente maravillosa"), que sufría de esquizofrenia paranoide, extendió el concepto del equilibrio obtenido en la Guerra Fría al conjunto de la sociedad. Él pretendía demostrar que era posible conseguir una sociedad estable en base a esta teoría, donde los intereses de todos los individuos, vistos como jugadores de póquer que actúan de forma puramente racional y egoísta, interaccionaran entre sí y llegaran a un equilibrio mutuo. Recibió el Premio Nobel de Economía por sus teorías, que fueron comprobadas en la RAND Corporation. De esta manera, Nash contribuyó a inculcar en la sociedad una concepción simplificada del ser humano.
El matemático John Forbes Nash (el de la película "Una mente maravillosa"), que sufría de esquizofrenia paranoide, extendió el concepto del equilibrio obtenido en la Guerra Fría al conjunto de la sociedad. Él pretendía demostrar que era posible conseguir una sociedad estable en base a esta teoría, donde los intereses de todos los individuos, vistos como jugadores de póquer que actúan de forma puramente racional y egoísta, interaccionaran entre sí y llegaran a un equilibrio mutuo. Recibió el Premio Nobel de Economía por sus teorías, que fueron comprobadas en la RAND Corporation. De esta manera, Nash contribuyó a inculcar en la sociedad una concepción simplificada del ser humano.
Estas ideas se expanderían definitivamente con
el psiquiatra R.D. Laing. En la década de los 50 R.D. Laing diseñó nuevas
técnicas para tratar la esquizofrenia que consistían en
hablar con los pacientes. Con estas terapias sus pacientes mejoraron
de forma drástica y fueron dados de alta. Pero al cabo de un año todos
volvieron a ser ingresados en el hospital. Decidió entonces averiguar qué era
lo que había provocado el ingreso de los pacientes tanto la primera vez como la
segunda, y descubrió que el problema radicaba en la presión de la vida
familiar. Para indagar más, estudió a fondo las relaciones familiares aplicando
la Teoría de Juegos. Analizó todos los datos obtenidos con ordenador y obtuvo
patrones que le mostraban que lo que normalmente vemos como actos de amabilidad
y amor entre las parejas eran en realidad tácticas de control y poder del uno
sobre el otro. Concluyó que una familia era como un tablero de estrategia donde
cada sujeto jugaba sus cartas, y que el resultado era la estabilidad y la
sociabilidad del sistema: "Las llamadas familias normales que
estudié a través de este trabajo eran como hombres de las cavernas fuera de una
cámara de gas. Las personas obligan a los niños para que se ajusten a la vida
envenenándoles hasta un nivel de subsistencia al que llaman vida "
Él pensaba que éstos mismos conceptos de dominio y poder
existentes a nivel familiar se podían extrapolar a nivel mundial. Se convirtió
en uno de los líderes del movimiento contracultural para hacer ver a la gente
que no se podía fiar realmente de ninguna de las instituciones británicas
creadas posteriormente a la guerra, que formaban parte de un sistema que quería
controlar sus mentes y destruir su libertad.
Sus ideas fueron utilizadas por un grupo de economistas de
derechas de la linea de von Hayek para derrumbar las instituciones públicas y
establecer su sistema de poder basado en la Teoría de Juegos.
A principios de los 70, en medio de una gran crisis, los
servicios burocráticos británicos empezaron a colapsar. Los políticos eran
vistos como seres egoístas que no trabajaban para el interés público. Surgió
entonces una teoría para derrumbar el mito del concepto de "interés
público", la teoría de elección pública. Esta teoría estaba liderada por
el economista James Buchanan y mostraba que en medio del aflujo masivo de
intereses distintos que hay en una sociedad, no puede existir tal "interés
público". Denominó a los que decían actuar en pro del bien común
"Zealots" (fanáticos). Se explicó así el comportamiento egoísta de
los políticos y burócratas que actuaban por su propio interés llevando al país
al colapso.
Mientras tanto Laing continuaba su asalto contra lo que él
consideraba las élites corrputas, atacando esta vez a la autoridad psiquiátrica
y el control que ésta ejercía. Se convirtió en uno de los líderes del
movimiento anti-psiquiatría en Norteamérica. La psiquiatría según él, es
una pseudociencia utilizada como herramienta política de control.
Una de las personas que asistieron a las conferencias que Laing ofrecía, el psicólogo David Rosenhan, quiso comprobar si Laing decía la verdad. Para verificar si los psiquiatras eran realmente capaces de distinguir entre locura y cordura se presentó junto a otras 7 personas sin antecedentes psiquiátricos a diferentes hospitales mentales haciéndose pasar por falsos enfermos. Tenían que decir que oían en su cabeza las palabras "vacío", "agujero" y ruidos sordos, pero por lo demás, debían comportarse de forma totalmente normal. El resultado fue espeluznante: todos ellos fueron diagnosticados como enfermos; 7 esquizofrénicos y 1 trastorno bipolar. A pesar de que los ocho confesaron que en realidad eran falsos pacientes, se tuvieron que pasar meses encerrados sin poder salir, teniendo que aceptar que estaban enfermos y siguiendo los tratamientos con drogas que les obligaron a seguir para poder darse de alta. Cuando este experimento salió a la luz publicado en la revista Science (ver el artículo aquí) se armó una gran polémica. Uno de los hospitales más prestigiosos retó a Rosenhan a que le sometiera a la misma prueba y que le fuese enviando falsos enfermos, que sus expertos ya los detectarían. Un mes después el hospital dijo que había detectado a 41. Rosenhan, en cambio, no había enviado a ninguno. La psiquiatría en Norteamérica se hundió. Se acabó con la visión de los psiquiatras como élite privilegiada con conocimientos especiales.
La éltie psiquiátrica, para hacer frente a esto, empezó a buscar nuevas formas de diganosticar a los pacientes de forma objetiva y más segura. Para ello se volcaron en el análisis matemático: en los números. Crearon categorías mensurables basadas en la observación del comportamiento visible de los sujetos. Se dieron nuevos nombres como "déficit de atención", "desorden de obsesión compulsiva"... Idearon un sistema en el que una computadora, basándose en todos los datos obtenidos de la observación, pudiera ofrecer el diagnóstico. Diseñaron cuestionarios para preguntar a los sujetos por las características del comportamiento que ellos creían que presentaban, respondiendo únicamente Sí o No. El ordenador daría el diagnóstico buscando patrones, decidiendo quién era normal y quién no. A finales de los 70, para probar el sistema, se enviaron entrevistadores con cuestionarios por todo los EE.UU. El resultado final del estudio fue dramático: más del 50% de la población tenía algún tipo de desorden mental. La conclusión a la que llegaron fue que había una epidemia oculta. Ahora, millones de personas, sin saberlo, sufrían todo tipo de desórdenes mentales.
Como consecuencia muchas personas empezaron a realizarse estos test ellos mismos para auto-diagnosticarse, ya que no hacía falta personal cualificado. Se empezó a definir así qué es un comportamiento y un sentimiento normal y qué no lo es. Se estaba creando un patrón, un ideal de persona normal a seguir para no ser considerado un enfermo mental.
"Los desórdenes y los formularios pasaron a ser una guía poderosa y objetiva para los sentimientos correctos y propios en la era del individualñismo y la emoción". Se trataba por lo tanto de una heramienta política de control surgida en respuesta al ataque que se produjo contra la élite psiquiátrica en nombre de la libertad. Con esta herramienta las mismas personas regularían su propio comportamiento en base a unas categorías dictaminadas de forma "científica" por el poder de los números.
En 1975 Margaret Thatcher fue elegida líder del Partido Conservador que, muy influenciado por las ideas de Buchanan, utilizó la teoría de la elección pública como base ideológica de su campaña. En 1979, cuando Thatcher pasó a ocupar el cargo de primera ministra del Reino Unido, al igual que en los EE.UU, se empezaron a utilizar modelos matemáticos para gestionar todos los ámbitos públicos. Se eliminaron las autoridaridades jerárquicas y se instauró un sistema de objetivos e incentivos para mejorar el rendimiento de los funcionarios, ya que se suponía que debían actuar de forma puramente egoísta y racional. La nueva técnica de gestión se llamaba "Análisis de sistemas" y había sido creada por Alain Enthoven, un ex-miembro de la RAND Corporation. Se basaba en métodos objetivos y racionales, no morales, emotivos o sentimentales. A este sistema se le denominó "Mercado Interno" ya que no era nada más que una simulación matemática del Mercado-libre que supuestamente debía ofrecer mucha más libertad a los empleados públicos, aunque los resultados luego hayan sido desastrosos. Se simplificó por lo tanto a los individuos: "Hay esta visión de estos individuos humanos aislados, de que son tan solo procesadores de información sin emociones. Las personas no obtienen sus objetivos participando en política, desde sentimientos emocionales de algo mas grande. Nada de esto se permite en este particular teorema". Más tarde esta limitada idea de libertad sería expandida a los políticos, acabando definitivamente con la democracia y dando lugar a la "corrupción, la austeridad y un aumento dramático de la desigualdad".
Todo esto es explicado en el siguiente documental, "Jode a tu compañero", que es el primero de los tres que constituyen esta explosiva e increíble serie de Adam Curtis.
Una de las personas que asistieron a las conferencias que Laing ofrecía, el psicólogo David Rosenhan, quiso comprobar si Laing decía la verdad. Para verificar si los psiquiatras eran realmente capaces de distinguir entre locura y cordura se presentó junto a otras 7 personas sin antecedentes psiquiátricos a diferentes hospitales mentales haciéndose pasar por falsos enfermos. Tenían que decir que oían en su cabeza las palabras "vacío", "agujero" y ruidos sordos, pero por lo demás, debían comportarse de forma totalmente normal. El resultado fue espeluznante: todos ellos fueron diagnosticados como enfermos; 7 esquizofrénicos y 1 trastorno bipolar. A pesar de que los ocho confesaron que en realidad eran falsos pacientes, se tuvieron que pasar meses encerrados sin poder salir, teniendo que aceptar que estaban enfermos y siguiendo los tratamientos con drogas que les obligaron a seguir para poder darse de alta. Cuando este experimento salió a la luz publicado en la revista Science (ver el artículo aquí) se armó una gran polémica. Uno de los hospitales más prestigiosos retó a Rosenhan a que le sometiera a la misma prueba y que le fuese enviando falsos enfermos, que sus expertos ya los detectarían. Un mes después el hospital dijo que había detectado a 41. Rosenhan, en cambio, no había enviado a ninguno. La psiquiatría en Norteamérica se hundió. Se acabó con la visión de los psiquiatras como élite privilegiada con conocimientos especiales.
La éltie psiquiátrica, para hacer frente a esto, empezó a buscar nuevas formas de diganosticar a los pacientes de forma objetiva y más segura. Para ello se volcaron en el análisis matemático: en los números. Crearon categorías mensurables basadas en la observación del comportamiento visible de los sujetos. Se dieron nuevos nombres como "déficit de atención", "desorden de obsesión compulsiva"... Idearon un sistema en el que una computadora, basándose en todos los datos obtenidos de la observación, pudiera ofrecer el diagnóstico. Diseñaron cuestionarios para preguntar a los sujetos por las características del comportamiento que ellos creían que presentaban, respondiendo únicamente Sí o No. El ordenador daría el diagnóstico buscando patrones, decidiendo quién era normal y quién no. A finales de los 70, para probar el sistema, se enviaron entrevistadores con cuestionarios por todo los EE.UU. El resultado final del estudio fue dramático: más del 50% de la población tenía algún tipo de desorden mental. La conclusión a la que llegaron fue que había una epidemia oculta. Ahora, millones de personas, sin saberlo, sufrían todo tipo de desórdenes mentales.
Como consecuencia muchas personas empezaron a realizarse estos test ellos mismos para auto-diagnosticarse, ya que no hacía falta personal cualificado. Se empezó a definir así qué es un comportamiento y un sentimiento normal y qué no lo es. Se estaba creando un patrón, un ideal de persona normal a seguir para no ser considerado un enfermo mental.
"Los desórdenes y los formularios pasaron a ser una guía poderosa y objetiva para los sentimientos correctos y propios en la era del individualñismo y la emoción". Se trataba por lo tanto de una heramienta política de control surgida en respuesta al ataque que se produjo contra la élite psiquiátrica en nombre de la libertad. Con esta herramienta las mismas personas regularían su propio comportamiento en base a unas categorías dictaminadas de forma "científica" por el poder de los números.
En 1975 Margaret Thatcher fue elegida líder del Partido Conservador que, muy influenciado por las ideas de Buchanan, utilizó la teoría de la elección pública como base ideológica de su campaña. En 1979, cuando Thatcher pasó a ocupar el cargo de primera ministra del Reino Unido, al igual que en los EE.UU, se empezaron a utilizar modelos matemáticos para gestionar todos los ámbitos públicos. Se eliminaron las autoridaridades jerárquicas y se instauró un sistema de objetivos e incentivos para mejorar el rendimiento de los funcionarios, ya que se suponía que debían actuar de forma puramente egoísta y racional. La nueva técnica de gestión se llamaba "Análisis de sistemas" y había sido creada por Alain Enthoven, un ex-miembro de la RAND Corporation. Se basaba en métodos objetivos y racionales, no morales, emotivos o sentimentales. A este sistema se le denominó "Mercado Interno" ya que no era nada más que una simulación matemática del Mercado-libre que supuestamente debía ofrecer mucha más libertad a los empleados públicos, aunque los resultados luego hayan sido desastrosos. Se simplificó por lo tanto a los individuos: "Hay esta visión de estos individuos humanos aislados, de que son tan solo procesadores de información sin emociones. Las personas no obtienen sus objetivos participando en política, desde sentimientos emocionales de algo mas grande. Nada de esto se permite en este particular teorema". Más tarde esta limitada idea de libertad sería expandida a los políticos, acabando definitivamente con la democracia y dando lugar a la "corrupción, la austeridad y un aumento dramático de la desigualdad".
Todo esto es explicado en el siguiente documental, "Jode a tu compañero", que es el primero de los tres que constituyen esta explosiva e increíble serie de Adam Curtis.
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La
Trampa. ¿Qué sucedió con nuestro sueño de libertad?
Capítulo 2 - El robot solitario
"El Robot Solitario" es la segunda parte de la imprescindible
serie de Adam Curtis "La Trampa: Qué sucedió con nuestro sueño de
libertad".
Este episodio nos cuenta la historia de como en los años 90 los políticos tanto de derecha como de izquierda trataron de extender un ideal de libertad basado en la libertad del mercado para todas las áreas de la sociedad. Esto era algo que ni siquiera el gran gurú del capitalismo, Adam Smith, lo pensó posible o apropiado. Pero ahora era visto como inevitable. En su base está un modelo científico de nosotros mismos: Robots simplificados. Seres racionales y calculadores cuyos comportamientos e incluso los sentimientos pueden ser analizados y manejados por números. Pero lo que resultó fue todo lo contrario de la libertad. Los números tomaron control por sí mismos y comenzaron por crear nuevas formas de control, mayores desigualdades y el retorno de una rígida estructura de clases basada en el poder y el dinero.
Este episodio nos cuenta la historia de como en los años 90 los políticos tanto de derecha como de izquierda trataron de extender un ideal de libertad basado en la libertad del mercado para todas las áreas de la sociedad. Esto era algo que ni siquiera el gran gurú del capitalismo, Adam Smith, lo pensó posible o apropiado. Pero ahora era visto como inevitable. En su base está un modelo científico de nosotros mismos: Robots simplificados. Seres racionales y calculadores cuyos comportamientos e incluso los sentimientos pueden ser analizados y manejados por números. Pero lo que resultó fue todo lo contrario de la libertad. Los números tomaron control por sí mismos y comenzaron por crear nuevas formas de control, mayores desigualdades y el retorno de una rígida estructura de clases basada en el poder y el dinero.
Hemos vuelto por lo tanto a las ideas de finales del siglo
XVIII cuando se creía que el capitalismo debía administrar la sociedad, pero
con la diferencia que ahora no se hacen distinciones entre los intereses del
mercado y otras áreas de la vida social y política que implican lo
que Adam Smith denominó "sentimientos morales."
"Lo que iba a ocurrir a finales del siglo XX era algo que nunca había sido intentado antes. La idea de democaracia habia sido tomada por un modelo económico simplificado de los seres humanos. Y en el proceso la libertad fue redefinida para significar nada más que la capacidad de los individuos para lograr todo lo que quisieran."
"Lo que iba a ocurrir a finales del siglo XX era algo que nunca había sido intentado antes. La idea de democaracia habia sido tomada por un modelo económico simplificado de los seres humanos. Y en el proceso la libertad fue redefinida para significar nada más que la capacidad de los individuos para lograr todo lo que quisieran."
A partir de la teoría de la
elección pública de Buchanan (que derivaba de la Teoría de Juegos
aplicada por los estrategas nucleares estadounidenses a principios
de la guerra Fría) que destruía el "mito" del interés público y
veía a los políticos como simples hombres de negocios, durante la década de los
90 tras el fin de la Guerra Fría se empezaron a establecer en Gran Bretaña
sistemas en todos los ámbitos públicos que emulaban al sistema de mercado libre
y que buscaban la individualización de los funcionarios para convertirlos en
meros procesadores de información.
Esta concepción tan simplificada del hombre como un ser
puramente egoísta y racional había sido reforzada a través de distintas teorías
científicas de gran relevancia:
En uno de los artículos más visitados de Ciberpensadores,
"¿Somos una simple herramienta del ADN?" planteamos si
los humanos estamos totalmente controlados por nuestros genes. Pues bien, esta
questión tiene origen a inicos de los años 70 cuando comienza la revolución genética, que se encargó de extrapolar a la
biología la Teoría de Juegos. Procede en concreto de la Teoría del Gen Egoísta
desarrollada por el famoso biólogo Richard Dawkins, que presenta a los humanos
como simples herramientas del ADN. Lo cierto es que este concepto tan
determinista no es más que el resultado de una visión finalista que intenta
darle una finalidad a todo y acaba conduciendo irremediablemente
a la simplificación. Precisamente las últimas
investigaciones científicas están demostrando que el determinismo
genético es falso.
Pero esta teoría tuvo un gran éxito en su momento cuando
se dio a conocer y de hecho ha tenido grandes implicaciones para nuestra
sociedad, reforzando la idea del ser humano como una simple computadora guiada
por números.
Esta teoría estaba apoyada por un
experimento que se realizó con la comunidad indígena Yanomami del Amazonas,
considerada como una de las sociedades más violentas de la tierra. Se hizo un
estudio sociológico tomando todos los datos sobre cada uno de los individuos
que la componían y sus comportamientos. Los datos fueron procesados por una computadora
y se pudo observar un patrón muy interesante: Cuando los Yanomami se peleaban
entre ellos, se podía ver como aquellos individuos con una base genética más
parecida tendían a defenderse, mientras que pasaba lo contrario con aquellos
con ADN más distintos (sabiendo que el parecido genético en su caso no estaba
relacionado con el parentesco). Pero hay algo que el científico que había
llevado a cabo el experimento, Napoleón Chagnon, no había tenido en cuenta:
años más tarde un grupo de antropólogos advirtió que tales patrones de
violencia solo se ponían de manifiesto cuando los indígenas entraban en
contacto con los occidentales. Éstos les estaban ofreciendo distintos regalos
como machetes mientras realizaban la investigación, de manera que en realidad
lo que sucedía es que varias facciones luchaban entre ellas por la posesión de
esos objetos.
Tenemos por lo tanto la intrusión en la sociedad de un
nuevo modelo del ser humano que había quedado simplificado a todos los niveles:
político, económico, biológico...
Partiendo de este modelo empezaron a surgir nuevas
herramientas de control de la población encaminadas a regular los parámetros
que determinan el comportamiento y los sentimientos de cada individuo-máquina.
Y precisamente unos de "los técnicos de esta nueva idea serían
los psiquiatras y las empresas farmacéuticas, que liberarían a las
personas de las terribles ansiedades que había en su interior" bajo el
poder objetivo de los números. Como ya vimos en el anterior artículo, según sus
formularios y los modelos matemáticos obtenidos por computadora, ahora a
inicios de los años 90, el 50% de la población norteamericana tenía algún tipo
de desorden mental. Las farmacéuticas entonces crearon un fármaco para
curar tales desórdenes, el SSRI, conocido mundialmente como Prozac tras enormes
campañas publicitarias, que actuaba en los circuitos del cerebro reajustando
los niveles de serotonina. Muchos profesionales empezaron a argumentar que en
realidad se estaba creando un patrón de persona ideal a seguir mediante
aquellos métodos de diagnóstico y que, las personas que no encajaban, eran
medicadas. Además, como la misma gente se auto-diagnosticaba con los
cuestionarios y no quería estar fuera del modelo ideal, se dirigía al médico
corriendo a pedir que le recetara Prozac para sus problemas. Y fue
entonces cuando algo sorprendente ocurrió: el mismo hombre que había diseñado
el sistema de formularios para diagnosticar personas, Robert Spitzer, un
prestigioso psiquiatra de Norteamérica, "admitió que podía estar
llevando a millones de personas a creer que tenían desórdenes cuando no los
tenían. Los sistemas solo contemplan los sistemas visibles que excluyen
deliberadamante cualquier comprensión de la vida del paciente. A causa de eso,
confunde verdaderos desórdenes psicológicos con sentimientos humanos normales
como la tristeza y la ansiedad."
Robert Spitzer:"Lo que pasó fue que hicimos
evaluaciones de desórdenes mentales totalmente descriptivas sin considerar que
muchas de estas reacciones podían ser reacciones normales que en realidad no
son desórdenes"
"Lo que estaba sucediendo es que gran parte de las
experiencias normales como la preocupación, la desilusión o la soledad habían
sido clasificadas como desórdenes mentales. Y en el proceso un nuevo sistema de
control estaba emergiendo. Las drogas quitaban esos sentimietnos complejos y
difíciles e hicieron a los individuos más felices, pero también los hizo seres
más simples, más fáciles de predecir y manejar y próximos a las criaturas
mecánicas de los modelos económicos."
Posteriormente, la misma trampa a la que nos condujeron los modelos matemáticos en el campo de la psiquiatría aparecería en el ámbito político y social, donde también se habían aplicado modelos numéricos:
Posteriormente, la misma trampa a la que nos condujeron los modelos matemáticos en el campo de la psiquiatría aparecería en el ámbito político y social, donde también se habían aplicado modelos numéricos:
En un sistema de objetivos e incentivos establecido a
nivel de servicios públicos donde los funcionarios podían ser sancionados y
castigados si no alcanzaban las metas que se les imponían, la gente optó por
utilizar ingeniosas maneras de hacer trampa para que las estadísticas mostraran
los resultados esperados. El sistema sanitario británico, el educativo, la policía, etc.
se convirtieron en servicios corruptos preocupados por ofrecer buenas
estadísticas a pesar de los desastrosos métodos que utilizaban para obtenerlas.
Las cifras de cara a la opinión pública era lo único que realmente importaba,
aunque no mostraran la realidad. Para solucionar esto, el gobierno encima
estableció modernos métodos de vigilancia y control de los trabajadores.
Al final, la supuesta libertad que nos debía traer el
libre mercado ha derivado en todo lo contrario: una sociedad más estratificada,
rígida y desigual que nunca desde hacía siglos, con una idea simplificada del
hombre que proviene de la Teoría de Juegos y sobre la cual, su propio inventor
John Nash, tras recuperarse de la esquizofrenia paranoide que sufría, ha
reconocido que no tiene nada que ver con la complejidad de los verdaderos seres
humanos. Según la Economía del Comportamiento "tan solo
dos grupos en la sociedad se comportan realmente de forma racional y egoísta en
todas las situaciones experimentales: uno son los propios economistas, el otro, los psicópatas."
Estos últimos años todos los fundamentos e ideas acerca de
que el mercado libre puede crear una sociedad equilibrada, ordenada y estable
se están derrumbando, y empieza a resurgir el concepto de un economía controlada
donde los políticos vuelvan a cobrar la relevancia y el poder que poseían
antes.
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La
Trampa. ¿Qué sucedió con nuestro sueño de libertad?
Capítulo 3 - Te forzaremos a ser libre
“Te forzaremos a ser libre” es la tercera y última parte
de la increíble serie de la BBC de Adam Curtis “La Trampa: Qué le ocurrió a
nuestro sueño de libertad”. En las dos partes anteriores vimos como se inculcó
en la sociedad una idea simplificada del hombre como máquina puramente egoísta
y racional, a partir de la cual se establecieron patrones de comportamiento y
sistemas de control de la población basados en la “objetividad” de la
ciencia.
Esta vez haremos un repaso de la historia moderna del
concepto de libertad para desmontar la idea de falsa libertad que tenemos hoy
en día y desenterrar un ideal que los más poderosos se han visto obligados a
esconder para que la gente lo olvide.
“Se trata de un ideal que inspira a las personas.
Ofrece esperanza y significado de un modo que nuestra limitada versión de la
libertad fue deliberadamente diseñada para excluir”.
En los años 50, Isaiah Berlin, uno de los pensadores
liberales más importantes del siglo XX, definió dos conceptos de libertad muy
distintos que según él surgieron durante la Revolución Francesa: la Libertad
Positiva y la Libertad Negativa.
“La Libertad Positiva nació de la creencia de aquellos
líderes revolucionarios de que para ser verdaderamente libres las personas
debían ser transformadas, y solo los líderes sabrían cómo debía ser ese ideal
de los seres humanos y cómo podía ser creado”. Esto para Berlín significaba
que las masas debían ser persuadidas y forzadas, lo que conduciría
inevitablemente al uso de la violencia, al terror, al horror y a todo lo
opuesto a la libertad, como ocurrió en la Unión Soviética
La Libertad Negativa, defendida por Berlin en
contraposición a la Positiva, “era la libertad de los individuos para hacer
lo que quisieran. Y nada más." Debía haber leyes y gobiernos con
un poder muy limitado y restringido "para garantizar que las
acciones individuales no interferían con la libertad de los demás”. Pero
este concepto de libertad encaja precisamente con la idea de sociedad en
equilibrio matemático constituida por seres simplificados y egoístas. Por
lo tanto “lo que Berlín hizo fue dar a esta visión un sentido de destino y
una inevitabilidad histórica”.
En definitiva, estaba diciendo que la Libertad Negativa “era
la única alternativa segura para Occidente durante la Guerra Fría”,
poniendo fin a todas las tentativas revolucionarias que desencadenarían un
desastre.
Con el tiempo la corrupción derivada de la Libertad
Negativa provocó el resurgimiento de la idea de Libertad Positiva en los países
del Tercer Mundo en forma de insurrecciones violentas contra
las potencias colonialistas que los oprimían (y continúan oprimiendo mediante
el neo-colonialismo). Tales revoluciones y batallas por la
independencia que comenzaron en Argelia en la década de los 50 estaban influenciadas por
las ideas del filósofo occidental Jean-Paul Sartre y las del revolucionario
Frantz Fanon. Ambos creían que los individuos debían escapar de la triste
ilusión de libertad impuesta por esta sociedad opresora controlada por la
burguesía a través de la violencia revolucionaria. “Inspiraron a líderes
como Ché Guevara, Yasser Arafat, Steve Biko”...
Pero este tipo de violencia revolucionaria derivó en
catástrofes como las oleadas de violencia terrorista en Europa o las masacres
perpetradas por el régimen comunista de Pol-Pot en Camboya.
Tal caos generaron todas estas revoluciones que se“comenzó
a desestabilizar el equilibrio de poder en el mundo, lo que iba inevitablemente
a entrar en conflicto con América y su lucha contra el Comunismo”. Para
combatir este problema los EE.UU. decidieron que su deber sería el de esparcir
el ideal de Libertad Negativa por todo el mundo por la fuerza, fuera como
fuera. De esta manera Norteamérica ha ido respaldando e imponiendo hasta el día
de hoy todo tipo de dictaduras genocidas y tiranos por todo el mundo para
contener todas aquellas fuerzas revolucionarias a las que teme. Más tarde los
neo-conservadores modificarían un poco esta doctrina aludiendo que respaldar a
regímenes genocidas atentaba contra los ideales de libertad estadounidenses,
por lo que el deber de los EE.UU debía ser el de exportar su democracia por
todo el mundo. Así pues, mientras por un lado respaldan e imponen terribles
dictaduras por todo el planeta, por el otro imponen su “democracia” mediante la
“gestión de la percepción” (propaganda) y cruentas guerras sin tener en
cuenta la opinión de los pueblos. Tenemos los ejemplos recientes de Libia y
Siria, así como el de Nicaragua a inicios de los 80. En Nicaragua los EE.UU
derrocaron a los sandinistas mediante ejércitos de mercenarios llamados
“Contras” a los que financiaban con el dinero obtenido de vender armas a los
líderes de la revolución Iraní. Esta revolución había derrocado en 1.979 al Sha
de Irán, Mohammad Reza, aliado de los EEUU. La revolución liderada por el
ayatolá Jomeini estaba basada en las ideas del sociólogo Alí Shariati, quién
fundió los pensamientos de Paul Sarte y Fanon con los del Islam chií. El islam
chií desde entonces se transformó en una importante fuerza política.
Finalmente con la caída de la URRSS y del comunismo en el
mundo, la “democracia” y la idea de Libertad Negativa vencieron. El triunfo de
estas ideas empezó con la reestructuración capitalista de la Rusia de Borís
Yeltsin. Tales reformas basadas en la doctrina del shock llevaron al surgimiento de una nueva
élite de oligarcas como Borís Berezovsky que acapararon todo el dinero y el
poder. Éstos se encargaron de crear una pobreza tan grande en el país que
no tardó en llegar el nacionalismo y la subida de Vladímir Putin. Putin arrestó
a los oligarcas e impuso el orden, dando un duro golpe a la Libertad Negativa.
A partir de los atentados de 2001 una coalición formada
por neo-conservadores del gobierno Bush junto a Tony Blair y José María Aznar
iniciaron una nueva ofensiva en el Norte de África y Medio Oriente para imponer
sus ideas de libertad y democracia. Esta ofensiva dura hasta nuestros días y,
en el contexto del surgimiento de un nuevo orden multipolar en el que China y
Rusia juegan un papel crucial, está llevando al planeta a una situación de
mucho peligro.
“Hay una cosa que hace a nuestra libertad de hoy
diferente de la Libertad Positiva. La Libertad Positiva es guiada por la visión
de que la libertad es por o para algo. La libertad para hacer o convertirse en
algo nuevo a partir de lo cual surgirá un mundo mejor. La Libertad
Negativa no tiene tal visión. No es para cosa alguna. En su centro no tiene
propósito alguno más allá de mantenernos libres de cualquier obligación o daño
innecesario. Y recurriendo a la fuerza para crear un mundo basado en al
Libertad Negativa los revolucionarios democráticos realmente llevaron a
millones de personas en el planeta a un mundo sin propósito ni
significado.
Este ideal de libertad es aún retratado por muchos
políticos y comentaristas influyentes como un absoluto universal. Asumen que es
solo cuestión de tiempo que se extienda por todo el mundo. Pero esto puede no
ser verdad. [...]
Nuestro gobierno se sostiene en el modelo económico
simplista de los seres humanos que permite el aumento de la desigualdad y no
ofrece nada positivo pese a las fuerzas reaccionarias que ayudaron a evocarlo
por todo el mundo. Si queremos escapar de esta limitada visión del mundo,
tendremos que re-descubrir las progresistas ideas positivas de la libertad y darnos
cuenta que Isaiah Berlin estaba equivocado. No todos los intentos de cambiar al
mundo para mejor conducen a la tiranía”
Y así lo está demostrando hoy al mundo entero parte de
América Latina, empezando por la revolución bolivariana que están librando Hugo
Chávez y el pueblo venezolano de forma pacífica y democrática.
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La trampa. ¿Qué sucedió con nuestro sueño de libertad? (2007) Adam Curtis
http://en.wikipedia.org/wiki/Adam_Curtis
http://ciberpensadores.blogspot.com.es/2012/07/la-trampa-que-sucedio-con-nuestro-sueno.html
http://www.blogsandocs.com/?p=580
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El siglo del individualismo (2002) Adam Curtis (subtitulado español)
http://vimeo.com/51120942 1- Máquinas de felicidad
http://vimeo.com/55735211 2- La ingeniería del consentimiento
http://vimeo.com/55740954 3- Hay un policía en nuestras cabezas que debe ser destruido
http://vimeo.com/54171635 4- Ocho personas bebiendo vino en Kettering
(dejo un texto, english, sobre la serie)
The Century of the Self
The Untold History of Controlling the Masses
Through the Manipulation of Unconscious Desires (2002)
Adam Curtis
"The
conscious and intelligent manipulation of the organized habits and opinions of
the masses is an important element in democratic society. Those who manipulate
this unseen mechanism of society constitute an invisible government which is
the true ruling power of our country.
We are governed, our minds are molded, our
tastes formed, our ideas suggested, largely by men we have never heard of. This
is a logical result of the way in which our democratic society is
organized." - Edward Bernays
THE CENTURY OF THE SELF
Adam Curtis' acclaimed series examines the
rise of the all-consuming self against the backdrop of the Freud dynasty.
To many in both politics and business, the
triumph of the self is the ultimate expression of democracy, where power has
finally moved to the people. Certainly the people may feel they are in charge,
but are they really? The Century of the Self tells the untold and sometimes
controversial story of the growth of the mass-consumer society in Britain and the United States. How was the all-consuming self
created, by whom, and in whose interests?
The Freud dynasty is at the heart of this
compelling social history. Sigmund Freud, founder of psychoanalysis; Edward
Bernays, who invented public relations; Anna Freud, Sigmund's devoted daughter;
and present-day PR guru and Sigmund's great grandson, Matthew Freud.
Sigmund Freud's work into the bubbling and
murky world of the subconscious changed the world. By introducing a technique
to probe the unconscious mind, Freud provided useful tools for understanding
the secret desires of the masses. Unwittingly, his work served as the precursor
to a world full of political spin doctors, marketing moguls, and society's
belief that the pursuit of satisfaction and happiness is man's ultimate goal.
Please
Note: Viewers should be sure to read Ludwig Von Mises' 'The Anti-Capitalist
Mentality' to balance the socialistic elements of this film.
This film was produced by BBC which is Britain's government run news channel,
therefor it downplays the evils of government and plays up the vices of
business. The enemy is not capitalism or 'consumption' but government and its
insidious propaganda. Mass produced goods enrich society because they reduce
the amount of time a person has to work to satisfy one's essential needs.
Government propaganda debases society because it is used as an excuse for
everything from murderous wars of aggression to oppressive economy killing
taxation and regulation. When a business sells you something voluntarily you
will only buy it if you think the product is worth more than the price you have
to pay for it. When the government propagandizes you they are merely giving you
excuses to submit to their use of force which will be bearing down on you
whether you like it or not. The two are very different and this film does a
disservice by confusing them. That said, it's important to understand the propagandists
who serve to justify the crimes of the state. Selling someone a product they
don't truly need hurts no one, selling people on a war they don't need gets
millions of people murdered and destroys entire societies. - Chris,
InformationLiberation
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One:
Happiness Machines
The story
of the relationship between Sigmund Freud and his American nephew, Edward
Bernays. Bernays invented the public relations profession in the 1920s and was
the first person to take Freud's ideas to manipulate the masses. He showed
American corporations how they could make people want things they didn't need
by systematically linking mass-produced goods to their unconscious desires.
Bernays was
one of the main architects of the modern techniques of mass-consumer
persuasion, using every trick in the book, from celebrity endorsement and
outrageous PR stunts, to eroticising the motorcar.
His most
notorious coup was breaking the taboo on women smoking by persuading them that
cigarettes were a symbol of independence and freedom. But Bernays was convinced
that this was more than just a way of selling consumer goods. It was a new
political idea of how to control the masses. By satisfying the inner irrational
desires that his uncle had identified, people could be made happy and thus
docile.
It was the
start of the all-consuming self which has come to dominate today's world.
*
Two: The
Engineering of Consent
The programme explores how those in power in
post-war America used Freud's ideas about the
unconscious mind to try and control the masses.
Politicians and planners came to believe
Freud's underlying premise - that deep within all human beings were dangerous
and irrational desires and fears. They were convinced that it was the
unleashing of these instincts that had led to the barbarism of Nazi Germany. To
stop it ever happening again they set out to find ways to control this hidden
enemy within the human mind.
Sigmund Freud's daughter, Anna, and his
nephew, Edward Bernays, provided the centrepiece philosophy. The US government, big business, and the
CIA used their ideas to develop techniques to manage and control the minds of
the American people. But this was not a cynical exercise in manipulation. Those
in power believed that the only way to make democracy work and create a stable
society was to repress the savage barbarism that lurked just under the surface
of normal American life.
*
Three:
There is a Policeman Inside All Our Heads: He Must Be Destroyed
In the 1960s, a radical group of
psychotherapists challenged the influence of Freudian ideas in America. They were inspired by the ideas of
Wilhelm Reich, a pupil of Freud's, who had turned against him and was hated by
the Freud family. He believed that the inner self did not need to be repressed
and controlled. It should be encouraged to express itself.
Out of this came a political movement that
sought to create new beings free of the psychological conformity that had been
implanted in people's minds by business and politics.
This programme shows how this rapidly developed
in America through self-help movements like Werber
Erhard's Erhard Seminar Training - into the irresistible rise of the expressive
self: the Me Generation.
But the American corporations soon realised
that this new self was not a threat but their greatest opportunity. It was in
their interest to encourage people to feel they were unique individuals and
then sell them ways to express that individuality. To do this they turned to
techniques developed by Freudian psychoanalysts to read the inner desires of
the new self.
[InfoLib Note: The portrayal of Wilhelm Reich
in this film is completely wrong, Wilhelm Reich was one of the greatest men to
ever live, check out his book "Listen, Little Man!"]
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Four: Eight
People Sipping Wine in Kettering
This episode explains how politicians on the
left, in both Britain and America, turned to the techniques developed
by business to read and fulfil the inner desires of the self.
Both New Labour, under Tony Blair, and the
Democrats, led by Bill Clinton, used the focus group, which had been invented
by psychoanalysts, in order to regain power. They set out to mould their
policies to people's inner desires and feelings, just as capitalism had learnt
to do with products.
Out of this grew a new culture of public relations
and marketing in politics, business and journalism. One of its stars in Britain was Matthew Freud who followed in
the footsteps of his relation, Edward Bernays, the inventor of public relations
in the 1920s.
The politicians believed they were creating a
new and better form of democracy, one that truly responded to the inner
feelings of individual. But what they didn't realise was that the aim of those
who had originally created these techniques had not been to liberate the people
but to develop a new way of controlling them.
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